Al ser varias las modalidades que componen este deporte, las pelotas usadas también tienen diferentes características. El proceso de fabricación es complejo y bastante lento, por la razón de que su elaboración es completamente artesanal, realizada a mano. El proceso común comienza al revestir una bola de madera o plástico con unas tiras de caucho, cortadas y trenzadas, a las que se añade un revestimiento de lana y una pequeña capa de hilo. A partir de ahí existe una diversificación, en función del destino final de la pelota.
Las de mano se forran con cuero de cabra, las de pala con cuero apergaminado, las de cesta punta con uno de pergamino.
Según sus características, las pelotas pueden dividirse en nuevas, renovadas o usadas, y en vivas o muertas (motelas), atendiendo a la rapidez de su deslizamiento.